Esta entrada va dedicada a los restos de una calzada poco conocida, que posiblemente fue un ramal que desde la vía principal, en la Manga de Villaluenga, llegaría hasta la Villa de Grazalema, ¿antiguedad? pues vete a saber. Quizás del medievo, en época de las llamadas Siete Villas.
Antes, una pequeña introducción para entender de que va todo esto:
En la Sierra de Cádiz existen varias vías de comunicación antiguas y de algunas de ellas se conservan tramos bastante prolongados y en buen estado. Otras vías, lógicamente, están perdidas o han sido engullidas por nuestra propia red de carreteras asfaltadas, como ha ocurrido en algunos tramos de la calzada de la Manga, que desaparece antes de llegar a la población de Villaluenga del Rosario si venimos desde Ubrique o Benaocaz.
Los restos que aun se conservan de la calzada de la Manga parece que datan del medievo, pero antes hubo una calzada romana que desde el Campo de Gibraltar, en concreto desde el municipio romano de 'Carteia', en la actual San Roque, uniría las principales ciudades iberoromanas de la sierra ('Iptuci' en Prado del Rey, 'Ocuri' y 'Vsaepo' en Ubrique, 'Lacilbula' en Grazalema, 'Acinipo' y 'Arunda' en Ronda) y ésta a su vez con la capital de la 'Baetica', 'Corduba'.
Muchas de estas calzadas debieron ser reutilizadas en época musulmana, por ejemplo el ramal hacia Ocuri y Acinipo como la forma mas directa de comunicación entre la Kora de Takurunna (Ronda) y Gibraltar. La renovación y reparación de las antiguas calzadas romanas se realizó a partir del siglo XVI con el auge de la Mesta, que tantos pleitos ocasionó en las Siete Villas y sobre todo a Benaocaz por usurpación de terrenos comunales.
Las sucesivas reparaciones de todas estas calzadas en diferentes momentos históricos y uso continuado hasta principios del siglo XX, hace muy difícil, a veces, saber cuáles son romanas o cuáles son medievales/modernas. Las variaciones en el ancho y en las características técnicas de los distintos tramos documentados se explican por estas continuadas reparaciones.
A partir del siglo XVI se clasificaron muchas de estas calzadas como vías pecuarias. Así la calzada de la Manga se la conoce como Cañada Real de los Pedernales en la zona de Benaocaz y Cañada Real de la Manga en Villaluenga del Rosario.
Al final, después de los mapas, incluyo un breve artículo que servirá para que conozcáis mejor el origen de las vías pecuarias y la historia de LA MESTA, ambas estrechamente relacionadas.
Actual carretera de Villaluenga del Rosario al Puerto de los Alamillos y Grazalema.
Antes de construirse la actual carretera, la Cañada Real de la Manga o antiguo Camino de Villaluenga del Rosario a Grazalema, una vez pasada la población de Villaluenga y dejando a un lado los cortados de Fardeleja (Encinar y Pardeja), giraba 90º a la izquierda, en dirección norte hasta llegar a Grazalema, es la que también se conoce como Cañada Real del Puerto de las Cruces, quizás en sus orígenes un ramal desgajado de la vía Carteia-Astigi para facilitar el acceso a la Grazalema medieval, que quedaba algo apartada de su trazado.
El cerro Casi al otro lado de la carretera
Justo donde comienza nuestro camino y a un lado de la carretera vemos lo que pudo ser una "alcantarilla", uno de los elementos de las calzadas romanas. Su misión era recoger el agua de la cuneta de la calzada y pasarla, bajo el piso, al otro lado buscando la pendiente favorable. También se construían para salvar pequeños arroyos y torrenteras. Posiblemente haya sido reconstruida o restaurada cuando se construyó la actual carretera.
Fotos de "alcantarillas" de la calzada de Ubrique y Benaocaz.
Subimos por un camino en el que se puede apreciar que antiguamente pudo estar empedrado.
El camino estuvo muy bien delimitado con una hilera de piedras en su margen derecho. Puede tener aproximadamente 150 cm de ancho, ya que las características del terreno, con abundancia de grandes bloques calizos, no permitirían ensancharla mas.
Aquí se puede comprobar perfectamente el empedrado, lo que nos hace pensar que estuvo así desde el comienzo.
Cuando la pendiente se suaviza la calzada alcanza mayor anchura y puede apreciarse las hiladas que dividen el empedrado.
En esta foto muestro dos tramos de la calzada de la manga de Villaluenga en las que podemos apreciar la gran similitud.
Algunos tramos están invadidos por el matorral.
Van alternándose tramos muy deteriorados con otros mejor conservados.
Por aquí sucesivas capas de tierra e hierba han ido cubriéndola poco a poco a lo largo de los años.
La calzada vuelve a "aflorar".
En los tramos con mas pendiente presenta mayor deterioro y erosión debido al arrastre del agua de lluvia.
Cuando el terreno "llanea" los restos de la calzada son mas visibles y están menos deteriorados.
Allí arriba, no visible desde aquí, queda el Cancho de la Bejeruela.
Una vista atrás
En la ladera sureste del pinar del Cancho de la Bejeruela, cerca del Puerto de las Cruces, acaba todo rastro de la calzada.
De todos modos continuamos bordeando el pinar, donde se supone que continuaría la calzada.
Salimos del hipotético recorrido subiendo un poco por el pinar y así obtener una foto "aérea" del último tramo de nuestra calzada. Solo se percibe las dos hileras de piedras que la delimitan. El empedrado queda cubierto por la tierra y la hierba.
Estamos en el Puerto de las Cruces
Algo mas abajo, en su descenso en dirección a Grazalema, encontramos un par de tramos empedrados que quizás corresponda a la misma calzada.
Teóricamente, si nos ceñimos a los mapas, el camino continuaría por aquí, bajo los cortados de Peñaloja hasta enlazar con la calzada medieval de Grazalema.
Comienzo de la calzada medieval de Grazalema
En azul el camino que hemos realizado y que coincide en parte con la "Vereda y camino de Villaluenga del Rosario a Grazalema". En rojo el tramo que se conserva de la calzada medieval de Grazalema.
Es importante destacar, tal como se ve en el mapa, que el primer tramo no coincide con la línea punteada del mapa. Visto sobre una ortofoto, y de ser así, transcurriría en parte sobre un lapiaz y algo mas arriba sobre el curso de un arroyo o torrentera, lo cual dificultaría su andadura y mantenimiento. Ante esto caben dos hipótesis para justificar esta diferencia. Una, que el trazado sobre el mapa no fuera el correcto, ya que en esos tiempos no se disponía de la tecnología necesaria y podría haber un margen de error y desplazamiento. La otra, sería que inicialmente ese tramo pasara tal como aparece en el mapa, pero posteriormente se abriese el otro camino de inicio (el que nosotros andamos) debido a su destrucción por las características del terreno que antes cité.
Mapa de 1873
Podría investigar mucho mas pero el problema se llama "tiempo necesario para hacerlo y desplazamiento desde Cádiz solo para eso". Seguro que algún día otros amigos lo harán por mi, jeje.
LA MESTA y Vías Pecuarias
Cuando buscamos algún camino en el mapa solemos encontrar términos como Cañada Real de…, Via Pecuaria de…, Cordel de…, etc.
Vamos a intentar comprender el por qué de esos nombres. Para eso hay que retroceder varios siglos. En 1273 fue creado el Honrado Consejo de la MESTA de Pastores por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todas las agrupaciones de pastores y ganaderos de León y Castilla (otros territorios de la península estaban ocupados por los musulmanes). Se les otorgó importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirlos del servicio militar y de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.
Durante la Edad Media y con el paso del tiempo, se añaden nuevos privilegios reales a la Mesta junto con una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, ya que la lana de la oveja merina se convertirá en el principal producto de exportación de Castilla a Europa. Esto provocó largos e incontables pleitos, ya que el ganado debía atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año, produciendo daños en los cultivos. El punto fundamental del conflicto surgido que se planteaba continuamente entre agricultores y ganaderos radicaba en que la legislación dictada por los Reyes Católicos era favorable a la ganadería. En primer lugar, aprobaron la denominada Ley de Posesión, según la cual los terrenos atravesados una vez por los ganaderos no podían ser roturados (labrados) de nuevo. Otra ley prohibía el cercado de los campos.
Conforme avanza la Reconquista, muchas tierras se van repoblando y labrando. Los campesinos resultaban perjudicados por el paso del ganado que se comían las plantas. Teniendo en cuenta que otra gran riqueza de Castilla era el trigo, los reyes se ven en la necesidad de promulgar leyes para defender a unos y a otros, protegiendo las cosechas en general, estableciendo caminos delimitados para el ganado entre las tierras cultivadas, para facilitar la trashumancia y el paso entre unas zonas de pastos y otras.
Esto se subsanó construyendo unos itinerarios concretos conocidos, actualmente conocidos como VIAS PECUARIAS, que son caminos de trashumancia que unen los lugares tradicionales de pastoreo de España para que los pastores y ganaderos puedan llevar el ganado caprino, ovino y bovino a los mejores pastos aprovechando la bonanza del clima: a los puertos o zonas de pastos de alta montaña en verano o a zonas más llanas y de clima más templado en inviernos extremos.
Las vías pecuarias se diferencian entre sí y adquieren su nombre según su anchura. Las de mayor anchura se llamaban cañadas, y las más importantes de entre ellas se llamaban cañadas reales, dando testimonio de su creación por el rey.
Tipos de vías pecuarias:
Cañadas: aquella vía cuya anchura no sobrepase los 75 m.
Cordel: cuando su anchura no sobrepase los 37,50 metros.
Vereda: las vías cuyas anchura no sea superior a los 20 metros
Colada: su anchura se determina en el acto de la clasificación
El cambio propiciado en el escenario político español con la Guerra de la Independencia (1808-1814) y sobre todo con la formación de las Cortes de Cádiz tuvo un enorme impacto en la historia de la Mesta, hasta tal punto que dichas cortes la abolieron en 1812, desapareciendo el privilegio de posesión un año más tarde. La eliminación de esta institución medieval no fue sino la culminación de todo un proyecto ilustrado y liberal que se gestó a lo largo de décadas, y que vio en la formación de las cortes gaditanas la ocasión propicia para llevarse a término. Con la llegada de Fernando VII al trono (1814-1833) y la abolición de la Constitución de 1812, la Mesta fue restituida a pesar de la oposición de los liberales, que al término del reinado del Deseado la abolieron definitivamente en 1836 y la sustituyeron por la Asociación General de Ganaderos del Reino.
En 1931 el Ministerio de Agricultura asumiría las competencias delegadas a la Asociación General de Ganaderos del Reino, siendo la Dirección General de Ganadería, inicialmente y el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA), después, los que velarían por las vías pecuarias quedando hoy en día transferida su gestión a las Comunidades Autónomas.
Y eso es todo
Bibliografía consultada: Asociación Papeles de Historia, de Luis Javier Guerrero Misa.
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