La cueva de la Chinchilla I forma parte de un conjunto rupestre situado en el término de Jimena de la Frontera (Cádiz), en el cerro donde se ubica el castillo medieval. Fue descubierto y publicado en el año 1929 por Henry Breuil en su libro Rock Paintings of Southern Andalusia, en el que describe un total de cuatro abrigos con pinturas, aunque en la actualidad solo se conocen tres de ellos. Posteriormente vuelven a ser estudiadas y publicadas en el año 1988 por Uwe y Uta Toper en el libro Arte Rupestre en la Provincia de Cádiz. Lothar Bergmann descubrió nuevas pinturas en este abrigo y las dió a conocer en la revista Almoraima nº 13 (año 1995).
Calco del libro de Breuil de la cueva de la Chinchilla I (año 1.929)
Breuil dice: "....su decoración consiste principalmente en cinco grupos de numerosos puntos rojos, más o menos desvanecidos, especialmente a la derecha. Es difícil distinguir exactamente la forma del primer grupo de puntos. Parece un triángulo rectángulo con el ángulo recto más alto, pero pueden ser los restos de un cuadrado. El segundo grupo, en el que los puntos están distribuidos muy irregularmente, cubre una superficie ovalada. En el tercer grupo los puntos están dispuestos como un cuadrado; En el cuarto como un rectángulo. El quinto consiste en un gran punto coronado por un arco de los más pequeños. Además de estos arreglos de los puntos hay a la izquierda y algo más arriba dos muestras amarillas con las tapas en forma de media luna; También una figura cruciforme con una línea de pequeños puntos irregulares en un lado."
La mayor parte de las pinturas están en la mitad izquierda de la pared del abrigo..
Lothar Bergmann calcó dos pinturas, cada una de ellas situada en una pequeña concavidad a la izquierda del abrigo. Se deduce que ni Breuil ni Topper las detectaron, pues no están recogidas en sus libros.
Calco de Lothar Bergmann publicado en la revista Almoraima del año 1995.
La que está mas a la izquierda corresponde a un antropomorfo semiesquemático que porta en su mano izquierda una gran lanza. Esta figura tiene una gran importancia, dada la poca frecuencia con que aparecen lanceros en la pintura esquemática peninsular. La figura apenas se ve, razón por la que pasaría desapercibida para los primeros investigadores, excepto para Lothar Bergmann.
Fotografía tratada digitalmente.
La que está en la concavidad de la derecha es un gran signo tectiforme rojo tenue relacionado con dos grupos de puntiformes, uno situado en su parte superior derecha y el otro, con mas puntos, en la zona inferior. El grupo de puntos que hay en el interior de esta hornacina superpuestos a la figura indica que cronológicamente serían posteriores a la figura.
Tratamiento digital de la imagen. La figuras antropomorfas con los brazos levantados, en forma de "Y", por regla general corresponden a representaciones femeninas.
Figuras de la esquina superior derecha, fuera de la concavidad.
Grupo de puntos situados en la zona inferior, debajo de la concavidad.
Todo hace pensar que las figuras de las dos hornacinas pertenecen a una misma escena, posiblemente de caza o sacrificio.
Mas arriba, cercano al techo de la cueva hay otro grupo de pinturas, compuestas por una figura cruciforme y un grupo de puntos formando un rectángulo.
Tratamiento digital de la fotografía.
En la mitad inferior del centro de la cueva hay varios grupos de constelaciones de puntiformes formando varias superficies ovaladas y otra rectangular con lineas paralelas.
Tratamiento digital de la foto.
Por último también puede verse un grupo de manchas de color rojo tenue, que parecen haber sufrido algún tipo de piqueteado.
Con el tratamiento digital de la imagen parece que solo son manchas de óxido ferroso (hematita).
Y eso es todo
Bibliografía:
- Arte Rupestre en la Provincia de Cádiz, de Uwa y Uve Topper.
- Rock Paintings of Southern Andalusia, a descripcion of a Neolithic and Copper Age Art Group, de Henri Breuil y M.C. Burkitt.
- Revista Almoraima, del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
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