“A los Dioses y Diosas de este recinto sagrado. Las víctimas son sacrificadas, son ejecutadas en este lugar. Las vísceras se queman en las dependencias cuadradas de enfrente. La sangre se vierte aquí al lado para las pequeñas cavidades. Establecido por Gaius C. Calpurnius Rufinus, miembro del orden senatorial.”
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El Santuario de Panóias, también llamado Fragas de Panóias, está situado en Vale de Nogueiras, en el Consejo de Vila Real (Portugal). Fue construido entre finales del siglo II y principios del II d. C. y en su recinto se encuentran tres grandes rocas o peñascos donde fueron construidas dependencias, cavidades y escaleras de acceso, así como varias inscripciones (tres en latín, una en griego y otra destruida) describiendo el ritual celebrado, los dioses a quienes era dedicado y el oferente. Fue descubierto en el siglo XVII por el párroco de Nogueiras, Jerónimo Contador de Argote.
Panóias muestra los testimonios de un santuario dedicado a la iniciación de los misterios de las divinidades infernales. C. G. Calpurnius Rufinus, senador romano, introdujo este culto en Panóias en donde ya habría un culto indígena anterior.
Éste es uno de los santuarios precristianos más interesantes de la Península Ibérica. Panoias fue romanizado sobre un santuario autóctono. Algunos autores interpretan el lugar como sagrado ya para los galaicos -pueblo celta que ocupaba dicho territorio- antes de la llegada de los romanos y donde, con la llegada de estos últimos, la actividad de culto continuó, pero bajo la dirección del nuevo orden establecido, donde la llegada de los nuevos cultos mistéricos del oriente se hicieron notar.
Comenzamos nuestra visita trasladándonos al Santuario.
El recinto está protegido y tiene un horario de visitas.
Entramos en el centro de interpretación.
En el piso superior hay una sala donde vimos un documental sobre el santuario (en portugués).
Y comenzamos la visita por la primera de las tres grandes rocas. En cada una se construyó un pequeño templo del que solo quedan algunos vestigios.
En esta primera piedra se encuentran cuatro inscripciones (tres en latín y una en griego). Existió otra inscripción que fue destruida el siglo pasado, pero fue reconstituida a partir de lecturas y registros anteriores. La inscripción desaparecida, en latín, estaba 6 -7 metros al este de la segunda inscripción, al lado derecho del camino por donde se entraba al área sagrada. El texto estaría orientado para la roca situada en la entrada del recinto y decía lo siguiente:
“A los Dioses y Diosas de este recinto sagrado. Las víctimas son sacrificadas, son ejecutadas en este lugar. Las vísceras se queman en las dependencias cuadradas de enfrente. La sangre se vierte aquí al lado para las pequeñas cavidades. Establecido por Gaius C. Calpurnius Rufinus, miembro del orden senatorial.”
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A la primera roca se sube por unos escalones.
Antes de subir, a la izquierda, se encuentra la segunda inscripción.
DIIS CVM AEDE ET LACV M. QVI VOTO MISCETVR G(neus) C(aius) CALP(urnius) RUFINVS V(ir) C(larissimus).
“G. C. Calpurnius Rufinus consagró dentro del templo (templo entendido como recinto sagrado), una aedes, un santuario, dedicado a los Dioses Severos.”
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Subimos por las escaleras.
Arriba hay unas dependencias a modo de nichos conocidas, según la función que desempeñaban, como "quadratas", lacus" y "laciculus". La instrucción dada por el primer texto (el que desapareció) se refería a las cavidades rectangulares donde se quemarían las vísceras.
Al otro lado de la roca, en un lateral, se encuentra la tercera inscripción.
DIIS DEABVSQVE AE TERNVM LACVM OMNI BVSQVE NVMINIBVS ET LAPITEARVM CVM HOC TEMPLO SACRAVIT G(neus) C(aius) CALP(urnius) RVFINVS V(ir) C(larissimus) IN QVO HOSTIAE VOTO CREMANTVR
“A los Dioses y Diosas y también a todas las divinidades de los Lapitas, Gaius C. Calpurnius Rufinus, miembro del orden senatorial, consagró con este recinto sagrado para siempre una dependencia, en la cual se queman las víctimas según el rito.”
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Esto confirma que la cavidad situada sobre la inscripción servía para la incineración de las vísceras. También nos informa que este recinto no solo está dedicado a los dioses ya mencionados, sino también a los dioses de los lapitas, o sea, a los dioses de la comunidad indígena existente en la región.
En las dos imágenes vemos los huecos donde se insertaba la "parrilla".
Continuamos por la roca en sentido descendente y donde aun nos quedan dos inscripciones que podemos apreciar en el lateral.
Aquí vemos la cuarta inscripción (en griego).
“Al altísimo Serápis, con el Destino y los Misterios, G. C. Calpurnius Rufinus, claríssimo.”
El senador consagró el recinto sagrado a la divinidad principal de los dioses del Infierno, el Altísimo Serápis, incluyendo una gastra (recinto circular) y unos misterios. La gastra, una cavidad redonda, se encuentra inmediatamente detrás de la inscripción. Su función en el ritual sería la de asar la carne de la víctima, que era consumida en el recinto, frente al nombre de la divinidad.
Llegamos a la quinta inscripción, que indica el acto final.
“A los dioses, G. C. Calpurnius Rufinus, clarísimo, con este (templo) ofrece una cavidad para que se proceda a la mezcla.”
Aquí el iniciado se purificaba de la sangre, grasa y aceite con que se había ensuciado.
En las tres rocas hay vestigios de los pequeños templos que formaron parte integrante del recinto.
Además de las dependencias rectangulares que servían para las distintas fases de la ceremonia, había también otras cavidades destinadas a guardar los instrumentos de sacrificio. También estaban los "labraca", para las abluciones rituales del culto a Serapis.
Vista de la roca desde el otro extremo.
Según los estudios de Géza Alföldy, en todo este recinto tuvo lugar un ritual de iniciación con un orden y un itinerario muy precisos: la ejecución de las víctimas, el sacrificio de la sangre, la incineración, el consumo de la carne, la revelación del nombre de la máxima autoridad de los infiernos, y también la purificación.
Nos dirigimos hacia la segunda roca.
En la roca número dos la iniciación se repetía en un grado mas elevado.
Aquí parece que hubo otra inscripción.
Petroglifos.
En esta superficie existe un orificio que serviría para un poste de hierro o de bronce, apoyado en dos puntales, donde se ataban los animales a sacrificar, que venían adornados con guirnaldas. Los sacerdotes, con vestiduras blancas y coronas hechas de ramas de laurel/roble/acebo/hiedra/parra, conforme al dios al que se destinaba el sacrifício, traían en las manos la patena, una especie de platos redondos de metal. Después, venían los "victimarii", armados del "securis", hachita utilizada para el decuartizamiento de las víctimas.
Cuando todo estaba preparado, un heraldo imponía silencio y los profanos abandonaban el lugar sagrado. Los sacerdotes rociaban a la víctima con la "mola". Los presentes bebían un poco de vino, con el que también hacían la libación derramando un poco en la cabeza del animal. Se encendía el fuego en el respectivo "lacus" y se quemaba el incienso. Ahí, los "Popae", desnudos de la cintura para arriba, conducían la víctima al altar, donde era herida de muerte con un hacha por los "Cultrarii", que le cortaban el cuello. La sangre era recogida en la "patera" y derramada en los "laciculi". La víctima era colocada en la mesa "anclabris", desollada y descuartizada. De acuerdo con un epígrafe hace décadas destruido, se quemaban las vísceras de la víctima en honor de los dioses y el resto de la carne era asada y comida por los presentes, en confraternización con las divinidades.
En esta piedra es visible también un conjunto de "lavacra" (estanques purificatorios), así como los cimientos de un segundo templo, cuyos sillares se encuentra en las actuales paredes de las casas de la aldea vecina, principalmente en el suelo de la iglesia.
Y ahora vamos hacia la tercera roca.
Esta tercera piedra tiene nueve escalones para acceder a la zona superior, muy parecida a la Peña Sacra de Ranchiles (Tarifa) y al altar del Castro de Ulaca (Avila).
Castro de Ulaca (Avila) Peña Sacra de Ranchiles (Tarifa - Cádiz)
No pude resistirme.
Aquí arriba tenía lugar el acto principal de la iniciación: la muerte ritual, el entierro y la resurrección.
Por último, considero importante añadir que esta interpretación (y traducción de las inscripciones) sobre Panóias es de Géza Alföldy y también la oficial que consta en los folletos del centro de interpretación. También hay otros puntos de vistas como los de Antonio Rodríguez Colmenero (O Santuario Rupestre Galaico-Romano de Panóias) y de Juan Manuel de Faraminan (Los sarcófagos rituales de Seraphis en Panóias).
Bibliografía para poder consultar:
- Géza Alföldy: Inscripciones, sacrificios y misterios: El santuario rupestre de Panóias (Portugal). Informe preliminar.
- Folletos del Centro de Interpretación de Panóias.
- Wikipedia: Santuario de Panóias.
- Juan Manuel de Faraminan: Los sarcófagos rituales de Seraphis en Panóias.
- Web del Gobierno de Portugal: Dirección Regional de Cultura del Norte.
- Jerónimo Contador de Argote: Panóias.
- Antonio Rodríguez Colmenero: O Santuario Rupestre Galaico-Romano de Panóias.
Soy Portuguesa y no conozco toda la imensa riqueza de mi hermoso país, que triste!!! El síndrome del Portugues, ser emigrante.
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