El yacimiento arqueológico de la Fortaleza de Bobastro, situado en la Mesa de Villaverde, al sur del Desfiladero de los Gaitanes (Ardales, Málaga), contiene los restos de distintas construcciones, sobre todo de una iglesia mozárabe excavada en la roca, que fueron levantadas en el siglo IX y que sirvieron de refugio a Omar Ben Hafsun, rebelde andalusí descendiente de visigodos muladíes (cristianos convertidos al islam), que creó un fortín inexpugnable desde el que preparaba las revueltas contra el califato cordobés. 

Omar Ben Hafsun, después de formar parte del ejército cordobés, lo   abandona y vuelve a Bobastro en el año 885.  Reinicia la  revuelta  contando con los apoyos de muchas fortalezas malagueñas, desde  Mijas a  Comares o Archidona, desde la Axarquía a la Serranía. De  nuevo el  estado cordobés lo integra en su política y lo nombra  gobernador de la  Kura de Rayya (la provincia de Málaga) en 888. Pero Omar   no respeta  los compromisos y vuelve a las montañas. Hafsun se convierte  en el  cabecilla principal de los rebeldes y fortifica la montaña de  Bobastro.  
| "!¿Hasta cuando vais a soportar el duro yugo del sultán, que os quita vuestros bienes y os cobra injustos impuestos mientras los árabes os insultan, os humillan y os tratan como esclavos?!" | 

La revuelta de los mozárabes,  
capitaneada por Omar Ibn Hafsun, supuso una convulsión social para el  
emirato y, posteriormente, para el primer califa cordobés. El  
asentamiento de una buena parte de los rebeldes en Bobastro, la  
fortificación de la ciudad y las alianzas que fue concertando en las  
poblaciones vecinas de Ardales, Cañete la Real y Alora, donde se  
construyeron o mejoraron sus castillos, protegió a Hafsun en los  
primeros tiempos de su enfrentamiento contra el estado cordobés.
Su
  conversión al cristianismo desalentó a no pocos de sus seguidores, de 
  tal modo que el señor de importantes localidades como Archidona, 
Baeza,   Ubeda, Priego o Ecija se vio abandonado, y las ayudas que 
recibía por   parte de los muladíes desaparecieron, lo que le llevó a 
pedir apoyo a   Alfonso III. Murió en Bobastro en el año 917, y aunque 
sus hijos   enarbolaron la causa del padre, la sublevación finalizó con 
la toma de   Bobastro por Abd al-Rahman III en 928.
Ciudad de Bobastro

La visita al yacimiento fue breve ya que formaba parte de una larga ruta de senderismo y no disponíamos de mas tiempo. Comenzamos el recorrido entre restos de muros.



Un silo labrado en la roca.


Una pequeña cantera de sillares.



Y llegamos a la construcción mas importante: la Iglesia Mozárabe de Bobastro. Abajo, en primer plano, vemos la cripta.

La arquitectura de las iglesias de Bobastro tienen su antecedente en las basílicas paleocristianas e hispanovisigodas. El  interés de la iglesia mozárabe de Bobastro radica en que, hasta el   momento, es la única muestra arquitectónica, quizás única en su género,   que puede definirse como puramente mozárabe, puesto que se trata de un   templo levantado por la comunidad cristiana durante el dominio musulmán  y  en territorio califal. 
De la iglesia tallada en  roca  arenisca, quedan restos de su primitiva estructura. diseñada sobre   planta basilical, se conservan parte de sus tres naves, separadas por   arcos de herradura, y de su cabecera con tres ábsides, siendo   rectangulares los dos laterales y de herradura el central. El templo   está perfectamente orientado hacia oriente, tiene una longitud de unos   17 metros por algo mas de 10 metros de ancho.

Dentro de la arquitectura mozárabe existió una tradición que vinculaba  sus construcciones litúrgicas con cuevas eremíticas o rupestres. En este  caso el monasterio de Bobastro se relacionó con un promontorio de  areniscas que sirvió como base para el enorme trabajo de excavación y  labra de la iglesia. En su entorno, se edificó una estructura de hábitat  que presentaba un gran cuadrángulo cuyo centro estaba ocupado por un  patio en el que se excavó un aljibe. Tres de las alas estaban ocupadas  por las estancias y la cuarta por la propia iglesia. Es muy probable  que estas edificaciones se cubriesen con tejado a una sola agua,  favoreciendo el llenado del aljibe los días de lluvia. Además de los  sillares y las improntas de las estancias excavadas, se han conservado  dos grandes silos rectangulares que servía para conservar el grano. Los  restos de una torre, junto a los pies de la iglesia conferirían al lugar  un aspecto fortificado, carente de elementos decorativos al exterior. 
Reconstrucción hipotética del monasterio mozárabe de Bobastro según Rafael Puerta.

La iglesia es una gigantesca obra escultórica que los canteros   afrontaron con un plano muy detallado que especificaba medidas,   contrafuertes y elementos decorativos. Donde faltó roca se completaría   con muros de ladrillos y mampostería, se cubrió con vigas de madera y   con una cubierta de teja a dos aguas.  La planta de la iglesia es   basilical, conformando un rectángulo perfecto de 9x18 metros, con tres   naves, una de ellas a mayor altura. El crucero lo conforman tres   estancias que, por una serie de vanos, permitían el acceso a las naves   de los ábsides. Estos son tres, el central de planta de herradura,   aunque culmina en un cuadrado, los laterales cuadrangulares. La nave   lateral izquierda poseía dos puertas que daban al patio y una pequeña   cripta a los pies. Los elementos decorativos eran arcos de herradura,   como los que se han conservado en el muro que separa la nave central de   la lateral derecha mas alta. Su aspecto exterior sería el de un  edificio  sencillo. Un cubo alzado sobre la roca a modo de prolongación  de la  misma.

Silo para cereal


Arcos de herradura de la nave central de la basílica vistos desde la nave izquierda.





Ábside circular en la nave central.





Planta de la Iglesia (Revista Jábega Nº 13)




Al fondo el cerro Azulejo, punto mas alto del paisaje de cerrillos de transición entre Ardales y El Chorro. A la izquierda el tajo de la Canana, que a modo de quilla gigante es el extremo norte de la Sierra Alcaparaín (descripción de Juan Ignacio Amador).

 

Yo estuve en este yacimiento en el año 2000, me impresionó. Me llevó mi padre que lo conocía. Excelente reportaje.
ResponderEliminarGracias.
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