".... material didáctico para introducir la protección de nuestro patrimonio
en la enseñanza de los colegios, porque ahí es donde tiene que empezar
la protección, no poniendo rejas, sino educando a los jóvenes....."
Lothar Bergmann
En 1995 Lothar Bergman realizó uno de los mas importantes descubrimientos en arte rupestre. Se trata de los grabados de figuras naturalistas de la Cueva del Moro, el santuario paleolítico más meridional del continente europeo. La cueva es un abrigo rocoso con dos pisos superpuestos, originado por corrosión y erosión eólica en areniscas silíceas (Areniscas el Aljibe). Está situado en un escarpe rocoso ó laja de arenisca de 40 metros de altura dentro del Parque Natural del Estrecho, en el término de Tarifa. Pertenece al Arte Sureño, un conjunto de más de 160 cuevas y abrigos de la provincia de Cádiz con arte rupestre.
En el interior de la Cueva del Moro se encuentran grabados de caballos. Se calcula que tienen una edad de unos 20.000 años, perteneciendo al Paleolítico Superior, realizados por tribus de cazadores-recolectores. Estas pinturas son 4000 años mas antiguas que las de la Cueva de Altamira. La cueva también contiene pinturas rupestres, sobre todo conjuntos de puntuaciones de color rojo.
Los grabados se encuentran en el piso inferior y datan de dos etapas distintas (inicio y final) de la cultura Solutrense, dentro de la secuencia del Paleolítico Superior. La mayoría de las puntuaciones están en el piso superior y podrían tener un origen postpaleolítico. Por la inclinación del suelo y el poco abrigo, posiblemente la Cueva del Moro no fue un lugar para habitar, quizás un santuario para la celebración de ritos.
Una vez dado a conocer, el yacimiento quedó varios años sin protección, sufriendo daños irreparables por parte de algunos excursionistas. Tras varios años de denuncias por varios colectivos y de promesas incumplidas, en 1999 Lothar Bergman empieza un encierro en la misma consiguiendo que a los tres días comenzaran los trabajos de protección.
Desde el mirador podemos ver la Laja de Arenisca donde está situada la Cueva del Moro. Antiguamente hubo un alcornocal, sustituido hoy por un bosque de eucaliptos. En el lugar hay una importante colonia de buitres leonados.
Frente a la cueva está situado el Mirador del Ojo del Moro. Desde aquí tenemos vistas de las Sierras de Fates y San Bartolomé, Ensenada de Bolonia y del Monumento Natural Duna de Bolonia.
La Cueva está situada en un escarpe rocoso de unos 40 metros de altura. En las paredes casi verticales no existe camino para subir. Hay que aprovechar las grietas y oquedades de la arenisca para ir apoyando pies y manos. No es nada recomendable intentar subir si no se tiene experiencia o conocimientos de escalada, siendo muy aconsejable arnés y cuerdas. El mas mínimo error pondría en peligro nuestra integridad física.
En el siguiente calco publicado en la revista Almoraima podéis ver todas las figuras de los équidos y su distribución.
Con los barrotes de la valla protectora el angular de la cámara no podía abarcar todas las figuras. Aquí se pueden ver cinco de ellas. El conjunto está en vías de desaparición a causa de factores naturales como la erosión y procesos fisicos y químicos naturales. Las únicas figuras fáciles? de distinguir son el grupo de los tres équidos (izquierda) y la yegua preñada (derecha).
A la izquierda del panel de los grabados y algo más arriba respecto a las demás figuras, se puede ver la figura de una yegua preñada mirando hacia la izquierda. Es la figura mas grande de la cueva y mide 103 cm x 78 c. El morro dibujado en forma de "pico de pato" es típico de la cultura Solutrense. La linea del del vientre es muy curva y pronunciada, lo que induce a pensar que pueda tratarse de una yegua preñada.
Debajo de los cuartos traseros de la yegua se encuentra un "protomos" (cabeza, busto) de caballo mirando hacia la izquierda. La figura es muy difícil de distinguir desde la distancia en que se encuentra la valla. Le falta parte del morro a causa de un desconchón y mide unos 16 cm x 18 cm.
A la izquierda de la yegua se encuentra la figura de otro équido orientada hacia la derecha y mirando hacia abajo. Es la postura de un animal pastando. Mide 47 cm x 32 cm.
En el extremo izquierdo del panel se puede ver una figura que corresponde a los cuartos delanteros de un caballo orientado hacia la izquierda y con unas medidas de 48 cm x 42 cm. Aquí el artista aprovechó una grieta para completar el trazo de la frente y la testuz.
En la parte inferior, encima de la linea del pecho se encuentra la figura de un "protomos" (cabeza, busto) de otro caballo mirando hacia la izquierda. Está compuesta por dos surcos cuya unión representaría las dos orejas del animal. Tiene unas medidas de13 cm x 19 cm.
Mas arriba, detrás de la linea dorsal, donde terminaría la crin, se encuentra el "protomos" de otro équido dispuesto hacia la derecha. Su medidas son de 15 cm x 10 cm.
Estas dos figuras difieren de las demás porque están realizadas mediante piqueteado. Una representa a un "protomos" de un caballo mirando hacia la derecha y al que se le puede apreciar las orejas, formadas por la unión de los dos surcos que componen la figura. Encima de la figura del caballo se puede ver otra compuesta por tres lineas y que representan a un cérvido mirando hacia la izquierda. Uno de los dos cuernos no está unido a la cabeza. Estas dos figuras habría que situarlas en el Solutrence Superior Evolucionado, mientras que el resto de los équidos se situarían en el Solutrense Inferior y Medio.
Según algunos autores el cérvido tiene parecidas características que la pintura rupestre de una cierva que hay en la Cueva de Atlanterra (derecha). Por encima de la cabeza parte un pequeña linea que representa la oreja. La otra representa a un cuerno. Existe un segundo cuerno separado de la figura quizás por la erosión.
Todos los grabados están agrupados alrededor de una formación natural que se asemeja a la cabeza de un caballo en alto relieve.
En el piso superior podemos ver centenares de puntos rojos de los que hay dudas sobre su cronología, que posiblemente se atribuyen a una fase postpaleolítica. Se han contabilizado mas de 200 puntos.
A la izquierda del conjunto de puntos se encuentra un signo del tipo "saco", una variante de ciertos signos ovales. En su interior tiene 9 pares de trazos pareados o puntuaciones. Algunos autores lo relacionan con representaciones o simbolismo genital femenino o masculino.
La cueva es uno de los pocos lugares de la provincia donde anida el Vencejo Moro (Appus affinis), que también suele aprovechar los nidos de los aviones comunes (Delichon urbica).
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Algunos de los expertos que estudiaban los grabados eran contrarios al cerramiento de la cueva. El descubridor de la cueva retiró el permiso personal a uno de ellos: "Quien no defiende nuestro patrimonio histórico, no tiene derecho moral de investigarlo."
Lothar Bergmann durante el encierro en la Cueva del Moro
En el interior de la Cueva del Moro se encuentran grabados de caballos. Se calcula que tienen una edad de unos 20.000 años, perteneciendo al Paleolítico Superior, realizados por tribus de cazadores-recolectores. Estas pinturas son 4000 años mas antiguas que las de la Cueva de Altamira. La cueva también contiene pinturas rupestres, sobre todo conjuntos de puntuaciones de color rojo.
Los grabados se encuentran en el piso inferior y datan de dos etapas distintas (inicio y final) de la cultura Solutrense, dentro de la secuencia del Paleolítico Superior. La mayoría de las puntuaciones están en el piso superior y podrían tener un origen postpaleolítico. Por la inclinación del suelo y el poco abrigo, posiblemente la Cueva del Moro no fue un lugar para habitar, quizás un santuario para la celebración de ritos.
Una vez dado a conocer, el yacimiento quedó varios años sin protección, sufriendo daños irreparables por parte de algunos excursionistas. Tras varios años de denuncias por varios colectivos y de promesas incumplidas, en 1999 Lothar Bergman empieza un encierro en la misma consiguiendo que a los tres días comenzaran los trabajos de protección.
Desde el mirador podemos ver la Laja de Arenisca donde está situada la Cueva del Moro. Antiguamente hubo un alcornocal, sustituido hoy por un bosque de eucaliptos. En el lugar hay una importante colonia de buitres leonados.
Frente a la cueva está situado el Mirador del Ojo del Moro. Desde aquí tenemos vistas de las Sierras de Fates y San Bartolomé, Ensenada de Bolonia y del Monumento Natural Duna de Bolonia.
Nos disponemos a visitar la Cueva del Moro. Esta vez nos acompaña Manuel "junior".
La Cueva está situada en un escarpe rocoso de unos 40 metros de altura. En las paredes casi verticales no existe camino para subir. Hay que aprovechar las grietas y oquedades de la arenisca para ir apoyando pies y manos. No es nada recomendable intentar subir si no se tiene experiencia o conocimientos de escalada, siendo muy aconsejable arnés y cuerdas. El mas mínimo error pondría en peligro nuestra integridad física.
Estudiando cada centímetro del terreno en donde poner nuestros pies y manos, vamos subiendo hacia la cueva.
Desde aquí vemos muy bien los dos pisos
Una pequeña rampa más y ya estamos arriba
Desde aquí las vistas son impresionantes
Nos acercamos a la reja del piso inferior donde ya podemos ver los grafitis que dieron lugar al cerramiento protector.
En el siguiente calco publicado en la revista Almoraima podéis ver todas las figuras de los équidos y su distribución.
Con los barrotes de la valla protectora el angular de la cámara no podía abarcar todas las figuras. Aquí se pueden ver cinco de ellas. El conjunto está en vías de desaparición a causa de factores naturales como la erosión y procesos fisicos y químicos naturales. Las únicas figuras fáciles? de distinguir son el grupo de los tres équidos (izquierda) y la yegua preñada (derecha).
Aumento el contraste de la foto para que el grabado se note un poco más. Luego iremos acercándolas.
A la izquierda del panel de los grabados y algo más arriba respecto a las demás figuras, se puede ver la figura de una yegua preñada mirando hacia la izquierda. Es la figura mas grande de la cueva y mide 103 cm x 78 c. El morro dibujado en forma de "pico de pato" es típico de la cultura Solutrense. La linea del del vientre es muy curva y pronunciada, lo que induce a pensar que pueda tratarse de una yegua preñada.
Debajo de los cuartos traseros de la yegua se encuentra un "protomos" (cabeza, busto) de caballo mirando hacia la izquierda. La figura es muy difícil de distinguir desde la distancia en que se encuentra la valla. Le falta parte del morro a causa de un desconchón y mide unos 16 cm x 18 cm.
A la izquierda de la yegua se encuentra la figura de otro équido orientada hacia la derecha y mirando hacia abajo. Es la postura de un animal pastando. Mide 47 cm x 32 cm.
En el extremo izquierdo del panel se puede ver una figura que corresponde a los cuartos delanteros de un caballo orientado hacia la izquierda y con unas medidas de 48 cm x 42 cm. Aquí el artista aprovechó una grieta para completar el trazo de la frente y la testuz.
En la parte inferior, encima de la linea del pecho se encuentra la figura de un "protomos" (cabeza, busto) de otro caballo mirando hacia la izquierda. Está compuesta por dos surcos cuya unión representaría las dos orejas del animal. Tiene unas medidas de13 cm x 19 cm.
Mas arriba, detrás de la linea dorsal, donde terminaría la crin, se encuentra el "protomos" de otro équido dispuesto hacia la derecha. Su medidas son de 15 cm x 10 cm.
Aproximadamente en el centro del panel y a poca distancia del suelo se localizan dos figuras.
Estas dos figuras difieren de las demás porque están realizadas mediante piqueteado. Una representa a un "protomos" de un caballo mirando hacia la derecha y al que se le puede apreciar las orejas, formadas por la unión de los dos surcos que componen la figura. Encima de la figura del caballo se puede ver otra compuesta por tres lineas y que representan a un cérvido mirando hacia la izquierda. Uno de los dos cuernos no está unido a la cabeza. Estas dos figuras habría que situarlas en el Solutrence Superior Evolucionado, mientras que el resto de los équidos se situarían en el Solutrense Inferior y Medio.
Un primer plano del équido
La otra figura situada por encima del équido representa a un cérvido mirando hacia la izquierda
Según algunos autores el cérvido tiene parecidas características que la pintura rupestre de una cierva que hay en la Cueva de Atlanterra (derecha). Por encima de la cabeza parte un pequeña linea que representa la oreja. La otra representa a un cuerno. Existe un segundo cuerno separado de la figura quizás por la erosión.
Ciervo de la Cueva del Moro Cierva de la Cueva de Atlanterra
Debajo de la yegua preñada se puede ver un signo de color rojo en forma de "Y" invertida. Algo mas abajo hay un grupo de puntos semiocultos por un grafiti.
Revista Almoraima
Todos los grabados están agrupados alrededor de una formación natural que se asemeja a la cabeza de un caballo en alto relieve.
En el extremo izquierdo de la cueva, bastante alejados de las figuras se puede ver este grupo de puntos.
Sobre un grupo de pinturas hay otro grafiti.
Sobre un grupo de pinturas hay otro grafiti.
Con tratamiento digital se puede apreciar varias trazos verticales que podría corresponder a un grupo de antropomorfos cogidos de la mano. Debajo hay varias lineas horizontales de puntos.
Ahora subimos al piso superior
En el piso superior podemos ver centenares de puntos rojos de los que hay dudas sobre su cronología, que posiblemente se atribuyen a una fase postpaleolítica. Se han contabilizado mas de 200 puntos.
A la izquierda del conjunto de puntos se encuentra un signo del tipo "saco", una variante de ciertos signos ovales. En su interior tiene 9 pares de trazos pareados o puntuaciones. Algunos autores lo relacionan con representaciones o simbolismo genital femenino o masculino.
Algunas vistas desde el piso superior
La cueva es uno de los pocos lugares de la provincia donde anida el Vencejo Moro (Appus affinis), que también suele aprovechar los nidos de los aviones comunes (Delichon urbica).
Y ahora toca bajar. Ana nos hizo la foto desde abajo con el móvil.
"ojú"
Motivos por el que fue necesario el cerramiento de la cueva:
Algunos de los expertos que estudiaban los grabados eran contrarios al cerramiento de la cueva. El descubridor de la cueva retiró el permiso personal a uno de ellos: "Quien no defiende nuestro patrimonio histórico, no tiene derecho moral de investigarlo."
Lothar Bergmann durante el encierro en la Cueva del Moro
Lothar Bergmann falleció en Noviembre de 2009 y sus cenizas fueron esparcidas en la Necrópolis de los Algarbes (Tarifa).
Enlaces externos:
El legado inmortal de Bergmann Su biografía Su Web La otra historia de la Cueva del Moro
Video y declaraciones de Lottar Bergmann en la Cueva de Atlanterra:
Video y declaraciones de Lottar Bergmann en la Cueva de Atlanterra:
Bibliografía consultada:
- El Arte Sureño: un patrimonio mundial, del Grupo de Trabajo de la Asociación Gaditana para el Estudio y la Defensa del Patrimonio Arqueológico (AGEDPA)
- Estudio preliminar de los grabados rupestres de la Cueva del Moro (Tarifa, Cádiz) y el Arte Paleolítico del Campo de Gibraltar, de Lothar Bergmann, Martí Mas Cornellá, Sergio Ripoll López, Juan Antonio Martos Romero, José Pablo Paniagua Pérez y José Ramón López Moreno de Redrojo.
- Los grabados paleolíticos de la Cueva del Moro (Tarifa, Cádiz): el arte rupestre del paleolítico más meridional de Europa, de Lothar Bergmann
- Web de Arte Sureño
Magnífico e inmejorable trabajo Manuel. Felicidades!!!
ResponderEliminarGracias Agustín. Un abrazo!
EliminarUn gran trabajo. Una lastima que en estos tiempos que corren no se respete nada y sea necesario cerrar cuevas para evitar daños de gamberros.
ResponderEliminarMe ha faltado un poco de explicación de como se dataron estas pinturas y grabados pero es un trabajo estupendo, mil gracias.
Hola, gracias por dejar tu opinión. Desgraciadamente es necesario cerrar cuevas debido a los actos vandálicos que cometen en ellas, pero son muy pocas las que están protegidas. La mayoría no lo están. Ademas, hay que "agradecer" estas gamberradas a los/as irresponsables que se dedican a publicar su ubicación en las redes o en wikiloc.
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