"una Villa muy fuerte que tenían los moros y el primer lugar que yo gané de los enemigos de la fe".
Alfonso XI
A mucha distancia y desde todos los ángulos se puede vislumbrar Olvera, en la cresta de un cerro rematado por el torreón del castillo y la Iglesia de la Encarnación, mostrando su imagen típica de villa medieval.

Olvera es un pueblo de raíces árabes. Se carece de otras noticias de las épocas romana y visigoda, siendo para algunos la "Hippa" o "Hippo Nova" que Plinio menciona en su "Historia" y para otros una mansión romana, "Ilipula Minor", en el itinerario de Cádiz a Córdoba. Ya en las crónicas musulmanas aparece como enclave fronterizo en la zona avanzada del poder musulmán en la serranía, siendo conocida como "Wubira" o "Uriwila". Se contó entre las principales plazas fuertes de la frontera occidental del reino de Granada. Su nombre actual proviene de "Olivera", al encontrarse rodeada de numerosos olivares. Con el tiempo, se ha ido perdiendo fonéticamente la "i", dando lugar al nombre actual.


Entramos en Olvera y nos dirigimos hacia el castillo.



Llegamos a la Plaza de la Iglesia donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, con sus dos torres gemelas. Ocupa el solar de la antigua mezquita y de la primera parroquia que le sucedió. Se trata de una construcción neoclásica mandada erigir a finales del Siglo XVIII por los duques de Osuna y culminada en 1843, tras el posterior derribo en 1822 de la antigua Iglesia Mayor, con la misma advocación. De esa antigua Iglesia solo se conserva su ábside. El antiguo templo, bajo los cimientos del actual, fue mandado construir por Juan Téllez Girón II y su estilo arquitectónico fue el gótico-mudéjar con una sola torre y campanario. La fachada de la Iglesia actual, de claro estilo neoclásico, de recortadas líneas y volúmenes, está formada por tres cuerpos en altura, cuatro para sendas torres o campanarios. El interior del templo presenta tres naves, la central de mayor altura y amplitud, bajo bóvedas de cañón, crucero con cúpula y linterna y gran riqueza de materiales, entre ellos los que destaca el mármol italiano. En las naves laterales se disponen los altares. La última restauración comenzó en 1994 y finalizó en 1999.


Junto a la Iglesia hay un mirador con vistas al sur de la provincia.

Desde el mirador podemos contemplar la mayor parte de Olvera y la cara sur del castillo.

El Castillo de Olvera fue construido por los cristianos tras la reconquista de Olvera por Alfonso XI en el año 1327, sobre una antigua fortaleza árabe del siglo XII y que formaba parte del sistema defensivo nazarí de Granada. Los elementos arquitectónicos que hoy prevalecen son de rasgos cristianos y producto de sucesivas remodelaciones desde su toma por las tropas castellanas. En el siglo XIX, las tropas napoleónicas lo convirtieron en guarnición hasta su retirada en 1812.
El Castillo de Olvera es de planta irregular, se ubica a una altitud de 623 sobre el nivel del mar, sobre un promontorio rocoso que preside el entorno y que le proporciona una muy buena posición defensiva. El castillo rodea periféricamente una gran extensión del casco urbano de Olvera, el llamado “Barrio de la Villa” y se conservan bastantes metros de sus lienzos de muralla, aunque gran parte han sido demolidos. También se conservan torreones exteriores, tanto cuadrados como circulares (Torre del Pan). Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985 como arquitectura defensiva y se puede visitar previo paso por el centro de visitantes.
Su entrada está defendida por una acitara merlonada con saetera de cruz y orbe que, junto con la "entrada en recodo", le confiere un sentido puramente defensivo. Presenta señales de haber acogido un escudo. La Torre del Homenaje es el elemento mas significativo.
Su entrada está defendida por una acitara merlonada con saetera de cruz y orbe que, junto con la "entrada en recodo", le confiere un sentido puramente defensivo. Presenta señales de haber acogido un escudo. La Torre del Homenaje es el elemento mas significativo.

La entrada a la Fortaleza de Olvera es a través de la antigua oficina de turismo. Previo pago de 1 €, nos abrirán la puerta.

Entramos




La conquista cristiana de la fortaleza se planifica en Sevilla, formando parte de la estrategia de avance hacia el Estrecho de Gibraltar para impedir la entrada de musulmanes. La fortaleza olvereña será ocupada en el verano de 1327 por las tropas del rey Alfonso XI, tras un duro asedio que propició las negociaciones tendentes a la capitulación de Ibrahim ibn-Utman (al que las crónicas castellanas llaman don Abrahen), que conseguiría del monarca castellano el respeto de las vidas y bienes de los defensores. La población que habitaba la Olvera musulmana debió ser expulsada en su totalidad, trasladándose a Ronda o a otras poblaciones cercanas.
Tras la conquista, el primer asentamiento castellano debió ser estrictamente militar: una guarnición para la defensa del castillo. Paralelamente, los cristianos organizan su asentamiento, lo que se lleva a cabo mediante la Carta de Población otorgada el 1 de agosto de ese mismo año. En ese documento se establecen una serie de privilegios para quienes acudan a poblar la Villa, en concreto eximiendo de deudas y amenazas de prisión, a aquellos que permanezcan en Olvera, al menos, un año y un día.
Al igual que gran parte del territorio fronterizo, la corona otorgará el señorío de Olvera a la nobleza. Este sistema de poder señorial perdurará, como en el resto de España, hasta el siglo XIX. El primer señorío de Olvera es del linaje de los Pérez de Guzmán, familia noble asentada en Sevilla, que regirá la Villa y su castillo entre 1330 y 1407.

El alcázar de la fortaleza cuenta con una única puerta de entrada. Presenta señales de haber acogido un escudo.

La puerta de entrada al castillo está defendida por una acitara merlonada con saetera de cruz y orbe.


Saetera de cruz y orbe

Entramos

Al otro lado hay un acceso creado para acceder desde abajo a la torre del homenaje, pero su entrada original está elevada y situada en la cara norte.

Tras la puerta existe la "entrada en recodo", uno de los elementos defensivos mas importantes del recinto, que tuerce a la izquierda hacia una segunda puerta que desemboca en el patio de armas. Este tipo de entrada obligaba a los posibles atacantes a realizar dos quiebros antes de acceder al interior, dificultando su acceso y favoreciendo a los defensores.
La "entrada en recodo" vista desde arriba.

Entramos en el patio de armas. Desde aquí tenemos la otra cara de la torre del homenaje. Está dividida en dos plantas, ambas con bóveda de medio cañón. Está construida en mampostería, con hiladas de piedras irregulares unidas con argamasa. El acceso original, como podemos ver, es elevado y se accede a través de un patín de tambor. En la actualidad se accede a la torre por dos lugares para facilitar la entrada al visitante.


En el patio de armas destacan dos aljibes. Uno de uso y acceso común al patio de armas y otro, de mayor capacidad anexo a la torre del homenaje. El agua era muy importante para el mantenimiento y sostén de la fortaleza.





Subimos por la escalera del patín hacia la entrada original de la torre del homenaje.

El patio de armas visto desde lo alto del patín de tambor.

Una escalera de caracol nos llevará a lo mas alto de la torre del homenaje.

Desde aquí tenemos vistas panorámicas en todas las direcciones.

La Sierra del Pinar asoma entre las nubes.

La fortaleza medieval de Olvera era uno de los enclaves destacados dentro de la Ruta de la Frontera Castellano-Nazarí. Tenía enlaces ópticos con los castillos de Zahara de la Sierra, Pruna, Torre Alháquime y Setenil, que en algún momento formaron parte del sistema exterior de fortificaciones del sector sudoccidental granadino, ocupando un lugar destacado en la defensa de la frontera entre el reino Nazarí y el Castellano entre los siglos XIII y XIV.
El Castillo de Pruna y detrás la Sierra del Tablón cubierta de nubes.

El patio de armas.


la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación

Bajamos de nuevo por la escalera de caracol, pero en vez salir por la entrada original a través del patín de tambor, continuamos por otra escalera que nos llevará a la planta baja de la torre.

Y a la salida que hay junto a la "entrada en recodo".

Plano del castillo
En un extremo de la Plaza de la Iglesia se encuentra la entrada al recinto de la Cilla, a la actual oficina de turismo, el centro cultural "la Cilla" y el Museo.

La oficina de turismo y el museo están ubicados dentro del edificio de la Cilla, llamado así por servir de "Cilla" o granero en tiempos de los duques de Osuna, propietarios del inmueble. También fue usado en un tiempo como cárcel de mujeres. El edificio, que fue inaugurado en 1999, se estructura en torno a dos naves principales en forma de T, dispuesta a en torno a un amplio patio. La parte abierta del patio se cierra por un torreón de la antigua muralla. El piso superior de unas de las naves se usa como sala de exposiciones y el inferior como tienda de recuerdos y oficina de turismo. La nave que alberga el museo esta dividida en dos zonas de exposición permanente sobre “Los Castillos y Fortalezas de los Reinos Nazaríes” y "La Vía Verde de la Sierra".

La torre de "la Cilla".

Aquí también se encuentra el centro de interpretación de la Vía Verde de la Sierra.

Salimos del recinto de la Cilla y en la misma plaza también se encuentra la entrada al cementerio, debajo de las murallas del castillo.

Ortofoto de la fortaleza

Cuánta maravilla..!
ResponderEliminarPreciosa fortaleza, yo estuve hace un año y me encantó, han hecho sin duda un gran trabajo de restauración. Desgraciadamente a causa del frio no pudimos ir a la Via Verde, nos quedamos con las ganas. Un saludo.
ResponderEliminarCierto, Juan Carlos. Hay que felicitar a los gestores, porque además del gran trabajo de restauración se preocupan por mantenerlo. No ocurre los mismo con la puesta en valor que hicieron de otras zonas históricas o arqueológicas, que recibieron dinero de los fondos europeos y ahora no son visitables y los centros de interpretación están cerrados.
EliminarUn saludo.