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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Castillo de Carastas


El castillo de Carastas, también conocido como castillo de Ayamonte o castillo de Vallehermoso está situado en el término municipal de Olvera, en la provincia de Cádiz. Se encuentra en una pequeña propiedad privada de uso agrícola y no está abierto al público. 

Es una pequeña fortaleza ubicada en una posición dominante sobre una cresta de roca caliza, manteniendo contacto visual con las cercanas torres de Pruna y del castillo de Olvera.  El Castillo de Carastas fue tomado durante la reconquista por tropas castellanas en 1327. En 1406 volvió a manos musulmanas y, según el relato que se narra en la "Crónica de Juan II de Castilla", su toma definitiva se realizó de una forma un tanto rocambolesca por parte de las tropas cristianas al mando de Pedro de Astúñiga el 5 de octubre de 1407.

El acceso al castillo se realiza mediante una rampa en recodo, terminando en una puerta que, por lo poco que queda de ella, se ve que era de ladrillo y estaba enmarcada en un alfiz (moldura o marco que rodea la parte exterior de un arco). La torre del Homenaje servía además como defensa para la puerta, y sobre ella se adivina la existencia de un pequeño matacán (saliente en la parte alta de la torre). Bajo la torre hay un aljibe. Los muros son de poco grosor, y el adarve (acceso a la torre del homenaje) debió ser una pasarela fabricada de madera.

Dentro del recinto queda un edificio, una especie de torre alargada que en su día tuvo dos plantas y cuyo acceso a la planta superior se hacía por una escalera ubicada en pared exterior. Ha sido utilizado como redil de ganado hasta prácticamente hoy día. Por sus materiales parece ser de la misma época en que se construyó el castillo, y quizá debió dar alojamiento a una pequeña tropa dedicada a vigilar tanto el castillo como la comarca.


El castillo de Carastas o de Ayamonte.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Restos de la calzada empedrada que facilitaba la aproximación al castillo.

Castillo de Carastas



El acceso al castillo es a través de una rampa en recodo. Su función era dificultar el paso y la entrada del enemigo "embotellándolo" mientras los ballesteros o saeteros les hostigaban desde arriba.

Castillo de Carastas



Aun se puede ver el empedrado del suelo.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Lo primero que vemos a nuestra izquierda es la torre del homenaje.

Castillo de Carastas



Se adivina los restos de un matacán en la parte superior de la torre.

Castillo de Carastas



Junto a la torre del homenaje está la entrada a la fortaleza.

Castillo de Carastas



Por lo poco que queda de la puerta, se ve que era de ladrillo y estaba enmarcada en un alfiz (moldura o marco que rodea la parte exterior de un arco).

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



La quicialera de la puerta.

Castillo de Carastas



La puerta de entrada y la torre del homenaje vista desde el interior del recinto.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Parece que el adarve (acceso a la torre del homenaje) debió ser una pasarela  de madera.

Castillo de Carastas



Parte superior de la torre del homenaje que servía de vigilancia y como defensa para la puerta.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Bajo la torre del homenaje hay un aljibe o cisterna para el almacenamiento del agua.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



En el interior del recinto de la fortaleza hay un edificio alargado.

Castillo de Carastas



El edificio en su día tuvo dos plantas y el acceso a la planta superior se hacía por una escalera ubicada en la pared exterior. Por sus materiales parece ser de la misma época en que se construyó el castillo, y quizá debió dar alojamiento a una pequeña tropa dedicada a vigilar tanto el castillo como la comarca.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Mechinales de las vigas del techo que separaba el piso inferior del superior.

Castillo de Carastas



Hornacina que quizás alojara la figura de algún santo.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Desde la fortaleza había muy buena comunicación visual al oeste con el castillo de Olvera.

Castillo de Carastas



Y al norte con la torre de Pruna.

Castillo de Carastas



El castillo de Carastas y la torre de Pruna.

Castillo de Carastas



Vistas al norte.

Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



Castillo de Carastas



La Fuente de Carastas, con seis pilas grandes y cuatro pequeñas.

Castillo de Carastas


Cronica de Juan II de Castilla (la "traducción" está al final)

Entrega del castillo de Ayamonte (Carastas), cerca de Olvera, y antecedentes de la guerra:

     "Ya auedes oido, según la Historia lo á contado, en cómo los moros, en tiempo de las tutorías del rey don Enrique que agora finó, le furtaron el su castillo de Ayamonte, e cómo se lo prometieron de dar, so grandes penas de doblas; e que corrieron contra ellos, por quanto no lo quisieron entregar. E por ende ovo el rey don Enrrique a les mouer esta guerra.
     E estando así el Infante sobre Setenil, enbió a dezir a Pedro de Astúñiga, fijo primogénito heredero de Diego López de Astúñiga, justicia mayor del Rey, que estava en Olvera, que fuese a Ayamonte, a ver si la podría tomar o furtar; por quanto esta Olvera era suya, que la oviera en casamiento con su muger, que era hija de don Alvar Pérez de Guzmán, almirante que fué de Castilla e alguazil mayor de Sevilla.
     E Ayamonte era çerca de la su villa de Olvera. E por ende Pedro de Astúñiga fuese a su villa,'e de ay vino a Ayamonte; e quisiérala furtar, sino que no pudo, que los moros que ay estavan, con gran temor que avían del real del Infante, que estava tan çerca, velávanla e guardávanla muy bien.
     E con esto començólos a conbatir, e açercaron el conbate, e vinieron a la fabla con algunos moros de los que estavan ençima del castillo. E fuéles dicho, de parte del dicho Pedro de Astúñiga, que bien sabían que aquel castillo era del Rey su señor; que lo diesen al Infante, su señor, que estava sobre Setenil, pues todo se le dava por pleitesía. E que sopiesen que la Torre del Alaquín le era ya, e Zahara, e otros muchos castillos. E si la diesen, que él les daría lugar que se fuesen a salvo con lo suyo; e sinó que forçado era de los cambatir si en su rebeldía estobiesen, e de los matar, que uno no fincase a vida.
     E los moros en que esto vieron, que si gente rezia embiasse el Infante para los convatir que se no podrían detener un día, por quanto estavan en ella pocos que la defendiesen, ovieron su acuerdo de enbiar a dezir a Pedro de Astúñiga que no quisiese más convatir, por quanto no creían que la Torre del Alaquín hera de cristianos, que fuesen a él a le dezir que asegurase un moro que la fuese ver si era así, e que entonçes que les era forçado de la dar.
     E fueron a Pedro de Astúñiga, e dixéronle el acuerdo que avían acordado. E a él plazió dello, e dixo que ge la faría ver. E dixeron que si así fuese que luego le (darían) a Ayamonte. E a Pedro de Astúñiga le plugo mucho dello; e entonces aseguró un moro que fuese a ver cómo la Torre del Alaquín estava en poder de los cristianos. E fué con omes suyos que con él embió; e des que el moro vido que era verdad, vino a los otros que estavan en el castillo de Ayamonte, e díxoles que era verdad.
     E entonces, çinco días de octubre, en miércoles, año de Nuestro Salvador Jesucristo de mill e quatroçientos e siete años, le entregaron el castillo. E el dicho Pedro de Astúñiga puso en él buen recaudo, e embiólo a dezir al Infante. E estas nuevas llegaron al Infante estando çenando en el real de sobre Setenil, e ovo muy gran plazer a maravilla, dando por plaza muchas graçias a Dios, diziendo:
     — ¡Bendito sea Dios, que nos dió aquello que se perdió en tiempo de sus tutorías del Rey mi hermano e mi señor! E Pedro de Astúñiga á fecho muy gran serviçio al Rey mi señor e mi sobrino, e por ende él e yo se lo entendernos encomendar con muchas mercedes a él e a su linaje."

Traducción:

Jeje, está muy clarito ¿no?. Lo que viene a decir, muy resumidamente, es que Pedro de Astúñiga le dijo a los moros que si no abandonaban el castillo por las buenas lo tendrían que hacer por las malas, que Torre Alaquín (Torre Alháquime) ya estaba en manos cristianas. Los moros creían que aquello era un "farol", pero si  permitían que uno de ellos fuese a comprobarlo, en caso de ser verdad abandonarían el castillo pacíficamente. Y así fue.  Por eso se cuenta que la "conquista" del castillo fue un tanto rocambolesca.


Y eso es todo.









miércoles, 21 de mayo de 2014

Fortaleza Medieval de Olvera


"una Villa muy fuerte que tenían los moros y el primer lugar que yo gané de los enemigos de la fe".

Alfonso XI                         


A mucha distancia y desde todos los ángulos se puede vislumbrar Olvera, en la cresta de un cerro rematado por el torreón del castillo y la Iglesia de la Encarnación, mostrando su imagen típica de villa medieval.

Fortaleza Medieval de Olvera


Olvera es un pueblo de raíces árabes. Se carece de otras noticias de las épocas romana y visigoda, siendo para algunos la "Hippa" o "Hippo Nova" que Plinio menciona en su "Historia" y para otros una mansión romana, "Ilipula Minor", en el itinerario de Cádiz a Córdoba. Ya en las crónicas musulmanas aparece como enclave fronterizo en la zona avanzada del poder musulmán en la serranía, siendo conocida como "Wubira" o "Uriwila". Se contó entre las principales plazas fuertes de la frontera occidental del reino de Granada. Su nombre actual proviene de "Olivera", al encontrarse rodeada de numerosos olivares. Con el tiempo, se ha ido perdiendo fonéticamente la "i", dando lugar al nombre actual.


Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Entramos en Olvera y nos dirigimos hacia el castillo.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Llegamos a la Plaza de la Iglesia donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, con sus dos torres gemelas. Ocupa el solar de la antigua mezquita y de la primera parroquia que le sucedió. Se trata de una construcción neoclásica mandada erigir a finales del Siglo XVIII por los duques de Osuna y culminada en 1843, tras el posterior derribo en 1822 de la antigua Iglesia Mayor, con la misma advocación. De esa antigua Iglesia solo se conserva su ábside. El antiguo templo, bajo los cimientos del actual, fue mandado construir por Juan Téllez Girón II y su estilo arquitectónico fue el gótico-mudéjar con una sola torre y campanario. La fachada de la Iglesia actual, de claro estilo neoclásico, de recortadas líneas y volúmenes, está formada por tres cuerpos en altura, cuatro para sendas torres o campanarios. El interior del templo presenta tres naves, la central de mayor altura y amplitud, bajo bóvedas de cañón, crucero con cúpula y linterna y gran riqueza de materiales, entre ellos los que destaca el mármol italiano. En las naves laterales se disponen los altares. La última restauración comenzó en 1994 y finalizó en 1999.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Junto a la Iglesia hay un mirador con vistas al sur de la provincia.

Fortaleza Medieval de Olvera



Desde el mirador podemos contemplar la mayor parte de Olvera y la cara sur del castillo.

Fortaleza Medieval de Olvera


El Castillo de Olvera fue construido por los cristianos tras la reconquista de Olvera por Alfonso XI en el año 1327, sobre una antigua fortaleza árabe del siglo XII y que formaba parte del sistema defensivo nazarí de Granada. Los elementos arquitectónicos que hoy prevalecen son de rasgos cristianos y producto de sucesivas remodelaciones desde su toma por las tropas castellanas. En el siglo XIX, las tropas napoleónicas lo convirtieron en guarnición hasta su retirada en 1812.

El Castillo de Olvera es de planta irregular, se ubica a una altitud de 623 sobre el nivel del mar, sobre un promontorio rocoso que preside el entorno y que le proporciona una muy buena posición defensiva. El castillo rodea periféricamente una gran extensión del casco urbano de Olvera, el llamado “Barrio de la Villa” y se conservan bastantes metros de sus lienzos de muralla, aunque gran parte han sido demolidos. También se conservan torreones exteriores, tanto cuadrados como circulares (Torre del Pan).  Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985 como arquitectura defensiva y se puede visitar previo paso por el centro de visitantes.

Su entrada está defendida por una acitara merlonada con saetera de cruz y orbe que, junto con la "entrada en recodo", le confiere un sentido puramente defensivo. Presenta señales de haber acogido un escudo.  La Torre del Homenaje es el elemento mas significativo.

Fortaleza Medieval de Olvera



La entrada a la Fortaleza de Olvera es a través de la antigua oficina de turismo. Previo pago de 1 €, nos abrirán la puerta.

Fortaleza Medieval de Olvera



Entramos

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



La conquista cristiana de la fortaleza se planifica en Sevilla, formando parte de la estrategia de avance hacia el Estrecho de Gibraltar para impedir la entrada de musulmanes. La fortaleza olvereña será ocupada en el verano de 1327 por las tropas del rey Alfonso XI, tras un duro asedio que propició las negociaciones tendentes a la capitulación de Ibrahim ibn-Utman (al que las crónicas castellanas llaman don Abrahen), que conseguiría del monarca castellano el respeto de las vidas y bienes de los defensores. La población que habitaba la Olvera musulmana debió ser expulsada en su totalidad, trasladándose a Ronda o a otras poblaciones cercanas.

Tras la conquista, el primer asentamiento castellano debió ser estrictamente militar: una guarnición para la defensa del castillo. Paralelamente, los cristianos organizan su asentamiento, lo que se lleva a cabo mediante la Carta de Población otorgada el 1 de agosto de ese mismo año. En ese documento se establecen una serie de privilegios para quienes acudan a poblar la Villa, en concreto eximiendo de deudas y amenazas de prisión, a aquellos que permanezcan en Olvera, al menos, un año y un día. 

Al igual que gran parte del territorio fronterizo, la corona otorgará el señorío de Olvera a la nobleza. Este sistema de poder señorial perdurará, como en el resto de España, hasta el siglo XIX. El primer señorío de Olvera es del linaje de los Pérez de Guzmán, familia noble asentada en Sevilla, que regirá la Villa y su castillo entre 1330 y 1407.

Fortaleza Medieval de Olvera



El alcázar de la fortaleza cuenta con una única puerta de entrada. Presenta señales de haber acogido un escudo.

Fortaleza Medieval de Olvera



La puerta de entrada al castillo está defendida por una acitara merlonada con saetera de cruz y orbe.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Saetera de cruz y orbe

Fortaleza Medieval de Olvera



Entramos

Fortaleza Medieval de Olvera



Al otro lado hay un acceso creado para acceder desde abajo a la torre del homenaje, pero su entrada original está elevada y situada en la cara norte.

Fortaleza Medieval de Olvera



Tras la puerta existe la "entrada en recodo", uno de los elementos defensivos mas importantes del recinto, que tuerce a la izquierda hacia una segunda puerta que desemboca en el patio de armas. Este tipo de entrada obligaba a los posibles atacantes a realizar dos quiebros antes de acceder al interior, dificultando su acceso y favoreciendo a los defensores.

La "entrada en recodo" vista desde arriba.



Entramos en el patio de armas. Desde aquí tenemos la otra cara de la torre del homenaje. Está dividida en dos plantas, ambas con bóveda de medio cañón. Está construida en mampostería, con hiladas de piedras irregulares unidas con argamasa. El acceso original, como podemos ver, es elevado y se accede a través de un patín de tambor. En la actualidad se accede a la torre por dos lugares para facilitar la entrada al visitante.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



En el patio de armas destacan dos aljibes. Uno de uso y acceso común al patio de armas y otro, de mayor capacidad anexo a la torre del homenaje. El agua era muy importante para el mantenimiento y sostén de la fortaleza.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



Subimos por la escalera del patín hacia la entrada original de la torre del homenaje.

Fortaleza Medieval de Olvera



El patio de armas visto desde lo alto del patín de tambor.

Fortaleza Medieval de Olvera



Una escalera de caracol nos llevará a lo mas alto de la torre del homenaje.

Fortaleza Medieval de Olvera



Desde aquí tenemos vistas panorámicas en todas las direcciones.

Fortaleza Medieval de Olvera



La Sierra del Pinar asoma entre las nubes.

Fortaleza Medieval de Olvera



La fortaleza medieval de Olvera era uno de los enclaves destacados dentro de la Ruta de la Frontera Castellano-Nazarí. Tenía enlaces ópticos con los castillos de Zahara de la Sierra, Pruna, Torre Alháquime y Setenil, que en algún momento formaron parte del sistema exterior de fortificaciones del sector sudoccidental granadino, ocupando un lugar destacado en la defensa de la frontera entre el reino Nazarí y el Castellano entre los siglos XIII y XIV.

El Castillo de Pruna y detrás la Sierra del Tablón cubierta de nubes.
Fortaleza Medieval de Olvera



El patio de armas.

Fortaleza Medieval de Olvera



Fortaleza Medieval de Olvera



la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación

Fortaleza Medieval de Olvera



Bajamos de nuevo por la escalera de caracol, pero en vez salir por la entrada original a través del patín de tambor, continuamos por otra escalera que nos llevará a la planta baja de la torre.

Fortaleza Medieval de Olvera



Y a la salida que hay junto a la "entrada en recodo".

Fortaleza Medieval de Olvera



Plano del castillo




En un extremo de la Plaza de la Iglesia se encuentra la entrada al recinto de la Cilla, a la actual oficina de turismo, el centro cultural "la Cilla" y el Museo.

Fortaleza Medieval de Olvera



La oficina de turismo y el museo están ubicados dentro del edificio de la Cilla, llamado así por servir de "Cilla" o granero en tiempos de los duques de Osuna, propietarios del inmueble. También fue usado en un tiempo como cárcel de mujeres. El edificio, que fue inaugurado en 1999, se estructura en torno a dos naves principales en forma de T, dispuesta a en torno a un amplio patio. La parte abierta del patio se cierra por un torreón de la antigua muralla. El piso superior de unas de las naves se usa como sala de exposiciones y el inferior como tienda de recuerdos y oficina de turismo. La nave que alberga el museo esta dividida en dos zonas de exposición permanente sobre “Los Castillos y Fortalezas de los Reinos Nazaríes” y "La Vía Verde de la Sierra".

Fortaleza Medieval de Olvera



La torre de "la Cilla".

Fortaleza Medieval de Olvera



Aquí también se encuentra el centro de interpretación de la Vía Verde de la Sierra.

Fortaleza Medieval de Olvera



Salimos del recinto de la Cilla y en la misma plaza también se encuentra la entrada al cementerio, debajo de las murallas del castillo.

Fortaleza Medieval de Olvera



Ortofoto de la fortaleza

Fortaleza Medieval de Olvera






Lothar Bergmann

Lothar Bergman, descubridor del Arte Sureño. Otros lo siguieron pero a el se lo debemos todo.

https://www.prehistoriadelsur.com/2013/12/lothar-bergmann.html